24/1/17

Museo de la Ciudad de México. Montar una exposición para una marca y fracasar en el intento.




Estamos a sólo 5 días de que la exposición "Duffy/Bowie Five Sessions" termine en Museo de la Ciudad de México, y sólo puedo decir una cosa: que mala exposición.

Y sí, tal vez yo no conozco absolutamente nada de curaduría (que ese trabajo ya venía hecho al traer la exposición), ni mucho menos de museografía, pero lo que realmente me molesta es que su afán(?) por conseguir público hiciera que descuidaran tantos aspectos.

La museografía dejaba mucho que desear. Al entrar a la exposición lo primero que te recibía era una mesa con souvenirs de la exposición, sin siquiera haber visto nada, seguido de una pequeña introducción y de ahí, NADA.

Mucha gente comenzaba a adentrarse a la exposición por la izquierda (la mayoría) y justo ese era el final de la exposición. Y no estoy juzgando a la gente que empieza por el final, sino al hecho de que al crear una museografía hay que buscar que esta dialogue con el visitante. Que no se sienta perdido dentro de la exposición.

Yo comencé por la derecha, después de regresar de la izquierda al darme cuenta que en una mampara de información tenía como título "Quinta serie". Ok, comencé en la mampara 1, leí el inicio de relaciones entre Duffy y Bowie, seguí el sentido de las fotografías y al cruzarme con la segunda mampara de información decía "Cuarta serie".

Tal vez suene un poco dramático, pero el museo tenía el presupuesto suficiente para hacer una buena museografía. No se trataba únicamente de montar fotografías en el patio. ¿Y cómo sé lo del presupuesto? La exposición fue auspiciada por 1800 y XX. Tal vez no sé cómo funcionan los presupuestos ni las auspiciones de marcas en museos gubernamentales, pero al menos sé que te fijarías (como marca) en que lo que estás promoviendo esté bien realizado.

Después de una segunda visita me di cuenta que las fotos tienen cédulas, cada una, EN EL PISO.

Y sí, tal vez es mucho berrinche de mi parte pero es más por el hecho de que mucha gente fue con ilusión a ver la exposición. Fans, curiosos, gente que pasaba porque el museo era gratis, y lo más triste era ver a la gente decepcionada, con comentarios como "¡qué! ¿Es todo?" y creo, que si se hubiera logrado un buen diálogo con el público, no importaba si eran 2 fotografías o 100, él lo agradecería.

Páginas completas en revistas digitales, información de boca en boca, grandes reseñas de gente que ni fue a la exposición (como Dónde Ir que se dedica a enaltecer exposiciones que aún no están ni realizadas), hacen pensar en qué papel juegan los medios y, sobre todo, las instituciones en este tipo de exposiciones tan pobres.

9/1/17

¿Por qué estudié diseño? Spoiler: Aún no lo sé.

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Alguien me preguntó hoy el por qué comencé a estudiar diseño.

Me paré de la cama, fui a picar algo a la cocina (porque con comida pienso mejor, según yo) y contesté lo siguiente:

Transcribo...







Ya no existe la radio alternativa. #HolaRMX



Aún recuerdo cuando Reactor 105 tenía como slogan "Todas las alternativas" y tal vez en ese tiempo para mí realmente representaba una alternativa.

Escuchar música para mí significaba prender el radio al llegar de la secundaria, en camino a la preparatoria o, al llegar a casa, descargar todo lo posible de Ares o LimeWire con el riesgo inminente de no estar descargando una película porno o un virus mortal.

Después descubrí Ibero y pensaba (ilusamente) que esa estación no estaba hecha para mí. Era difícil que se escuchara bien en la zona norte de la ciudad y hasta mi casa era impensable. Pero también fue una de las primeras estaciones que ofrecía transmisión por internet desde su página web, sin tener que instalar programas o que se abrieran 20 ventanas emergentes.

Esa era mi alternativa al "cuadrante radiofónico" liderado por Alfa, 97.7 o La Z, estaciones que poco o nada me llamaban la atención.

Pero entonces vino el declive. Reactor comenzó (a mi gusto) a convertirse en la radio de las oportunidades  musicales donde muchas nuevas bandas tienen oportunidad, y esto no significa que todo fuera de buena calidad o de mi agrado. Incluso he escuchado locutores que no les gusta la música que ponen, pero ese es su trabajo.
Los locutores "estrella" comenzaron a emigrar a otras frecuencias con nuevas propuestas, o con mejores sueldos. Y entonces dejé de escuchar reactor.

Me refugié en Ibero, pero a principios del año pasado comenzaron los problemas de intereses y entonces la única alternativa, para mí, se volvió en una radio universitaria mal administrada. Programas improvisados y largos, locutores poco preparados, malas producciones y se veía que ahí dentro, realmente estaba destruyéndose todo. Y entonces, también, dejé de escuchar Ibero.

Ahora, muchos de esos conductores los podemos escuchar en EXA, Mix, W y la recién llegada a la ciudad RMX.

RMX no es nueva, el formato existía en Guadalajara, pero a partir del día de hoy la podemos escuchar en el 98.5 de fm o en su transmisión por internet.

Pero, qué es tan importante de RMX.

RMX es una estación completamente comercial. Comerciales cada 10 minutos, locutores completamente preparados, producción barbara y una forma tan simple de hablar que, cualquier persona que encuentra la estación, seguro se queda.
Las grandes empresas radiofónicas se dieron cuenta que hay un nicho aquí, en los jóvenes que no les gusta "La Z" o los Jonas Brothers, y que ese nicho es grande. Que no nos gusta escuchar qué ofertas tiene Mamá Lucha pero sí qué oferta cultural nos ofrece la Ciudad.


No por algo se han mantenido programas como "El Triste Turno"en EXA, Reclu en Mix 106 o la propia estación de RMX.

Por favor, denle una oportunidad a la nueva radio no alternativa. Sí, es completamente comercial, pero es una comercial chévere.