Recuerdo cuando comenzó con un largo pasillo donde se encontraban diferentes despachos y que daban más la idea de un mercado de diseño, algo parecido a lo que sucedía en un principio con el mercado de publicaciones que se hacía fuera de la feria, y que funcionaba más como zona de venta que como zona de exhibición.
En esta ocasión, y con la experiencia del tiempo y las ediciones pasadas, se logró una curaduría de despachos a cargo de la diseñadora Cecilia León De la Barra, que no deja a duda el gran trabajo que se hizo en esto. Además, cuenta por primera vez con un pabellón exclusivo, dotando de importancia ya a esta zona de la feria.
No sé mucho de diseño pero sí podré mostrarles los diseños y despachos que más me gustaron de esta parte de la feria.
Presentó Muebles que rayaban en lo vintage con toques y materiales actuales. Era quizá el booth más grande de la parte de diseño pero también (no sé si por la hora) el que menos gente tenía.
Tenía productos coloridos por todos lados. Su acomodo asemejaba más el de una casa o algún tipo de oficina. Ese acomodo daba una mayor idea del para qué podríamos adquirir sus productos.
La mayoría de los productos no me fueron del todo interesante, a excepción del librero de mármol con formas irregulares que, un poco con ayuda del juego de luces, hacía que luciera a todo su esplendor.
Se me hace casi increible que un estudio tan grande se haya limitado a
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